Y la bondad se hizo carne…

24 de diciembre de 2016

Tito 3

Recuerda a todos que se sometan al gobierno y a las autoridades, que sean obedientes y que siempre estén dispuestos a hacer lo bueno. Tito 3.1 (DHH)

Esta noche celebramos el momento en que Dios se hizo carne en Jesús de Nazaret.  Un niño que nació en el lugar más insospechado y menos adecuado para iniciar una vida.  El Dios de todo poder se sometió al mundo de reglas y leyes para demostrar con amor indescriptible, Su propósito ulterior de acercar a los humanos a Él.

Pablo instruye al pastor Tito que enseñe a los cristianos que están llamados a obedecer las leyes puestas por el gobierno.  Los cretenses eran muy impacientes y muy dados a la protesta y la turbulencia.

Los cristianos somos personas de ley y orden, frase tan común en el léxico de políticos y aspirantes a políticos.  Lo somos, no porque la ley humana lo requiere, sino porque la ley del amor que evidenció Jesús, se apoderó de nosotros desde el día en que creímos.  Esa “ley” nos hace pensar y vivir de forma correcta.

No significa que no levantemos la voz cuando se aprueban leyes injustas.  El sistema de gobierno en el cual vivimos, inclusive, provee para que lo hagamos amparados por la misma ley.  Desde luego, se espera que lo hagamos en el marco del respeto y el estilo correcto, cónsonos con nuestra nueva manera de vivir.  Habrá momentos en los cuales nos enfrentaremos, muy de frente, con leyes que se oponen tenazmente a lo justo y correcto, según el criterio bíblico.  Aún en ese momento se requiere hacerlo con la firmeza y la gracia del amor de Dios.

¿Vives algún momento de injusticia?  ¿Cómo estás respondiendo?

Oración

Ayúdame Señor a vivir justamente y a levantar la voz con amor cuando sea necesario.  En Jesús.  Amén.

Autor: Luis Montañez