Un mismo sentir…

16 de agosto de 2017

1 Crónicas 12 y 13

 

«David salió a su encuentro y les habló diciendo: — Si habéis venido a mí en son de paz y para ayudarme, me uniré a vosotros; pero si es para entregarme a mis enemigos, sin que mis manos estén manchadas de maldad, véalo el Dios de nuestros padres, y os lo demande.  Entonces el espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, y dijo: “¡Somos tuyos, David! ¡Estamos contigo, hijo de Isaí! ¡Paz, paz para ti, y paz para quienes te ayudan, pues también tu Dios te ayuda!». 1Crónicas 12.17-18 RV95

El cronista (tanto en 1 y 2 Crónicas) ha tomado eventos de 1 y 2 de Samuel y 1 y 2 Reyes y los ha reinterpretado con el fin de resaltar a David y Salomón y lo que en su momento será el reino del sur o Judá.  Para un entendimiento más profundo de 1 y 2 Crónicas es conveniente ver los paralelos en los libros mencionados.  Un ejemplo de esta preferencia del cronista se observa al insertar entre las genealogías de los hijos de Jacob la de David y Salomón para resaltarlos sobre los demás eventualmente en el libro.

En el capítulo 12 se narra, que estando David en Hebrón se le unen 361,300 personas de las diversas tribus (inclusive de Benjamín de las cuales es Saúl) para formar un gran ejército.  Lo hacen por cuenta propia, entendiendo que Dios ha escogido a David para ser el nuevo rey de Israel.  Vienen para apoyar lo que ellos entienden es la voluntad de Dios para el bien del pueblo.

Puerto Rico está pasando por momentos difíciles y de grandes retos, pero también de grandes oportunidades.  Sí, oportunidades para la iglesia del Señor que uniéndose como un solo cuerpo y en un mismo sentir y hacer, tiene la capacidad dada por el Señor para acompañar con amor al país en sus causas justas y para proclamar la palabra de esperanza en Jesucristo.  ¡Qué llenos del Espíritu de Dios podamos decirle a nuestro país… Estamos contigo, Puerto Rico!  ¡Paz, paz para ti, y paz para quienes te ayudan, pues también tu Dios te ayuda! (1Cr 12.18 adaptado).

Oración

Dios de nuestras vidas, queremos que también lo seas de nuestro pueblo.  Danos amor y valentía para en Tu Nombre ayudar a transformar nuestro país en uno de paz y de justicia para toda persona.  En Jesús nuestro Salvador.  Amén.