¡Mide bien!

16 de abril de 2016

Marcos 4.13-41

¡Mide bien!

Marcos 4:24  (VRV) «Les dijo también: Mirad lo que oís porque con la misma medida con que medís os será medido, y aun se añadirá a vosotros los que oís.»

Hace algún tiempo mi esposo y nuestro nieto de seis años iban juntos en la camioneta.  En el lugar donde se coloca las monedas había una barra de chocolate snicker.  Él le preguntó al abuelo a quién pertenecía, con la intención de comérselo.  El abuelo le dijo: «es mío, pero puedes comértelo, ese chocolate mi esposa me lo regaló en el día del amor».  Al oír esto él exclamó: ¡pero, cómo es posible que abuela te haya regalado un snicker.  ¡Tú le regalaste una trotadora!  Él no vio proporción en los regalos.

De proporción y equilibrio, habla el versículo bíblico para hoy.  En muchos casos lo que obtenemos está determinado por lo que hemos dado.  Esto se aplica por ejemplo a la adoración en el templo.  Podemos acercarnos únicamente para recibir.  Si llegamos en esa actitud, posiblemente critiquemos el sermón, a los músicos o al que dirige.  En cambio, cuando recordamos que el culto es un acto grupal donde cada persona puede hacer su aporte, obtendremos mucho, mucho más.

De igual manera ocurre con las relaciones interpersonales.  Una de las grandes realidades de la vida es que nos vemos reflejados en los demás.  Si tratamos a los demás amorosamente, con esmero y mostramos a los otros que son valiosos, es muy probable que recibamos lo mismo.

¿Ha observado usted que un maestro frente a un grupo es quien crea el ambiente?  Si el maestro es suave, agradable y llano en el trato; el grupo estará relajado y será espontáneo.

Es una bendición tener la oportunidad de dar siempre el primer paso hacia la alegría, el entusiasmo y la sinceridad.  Comencemos con empeño estableciendo la buena medida y es muy probable que nos midan de igual forma.

Oración: Padre, modelo de amor y buenos tratos.  Permite que hoy podamos iniciar de manera intencional una mejor forma de relacionarnos con nuestro prójimo.  A veces vamos por la vida pidiendo lo que jamás hemos sido capaces de dar.  Ayúdanos a reconocer nuestra falta y a enmendarla por amor de Tu bendito nombre.  Amén.