Dignos de confianza

29 de septiembre de 2016

1 Corintios 4

«Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza» (1 Corintios 4.2 NVI).

 

El trabajo que realicé como Representante Médico, era uno de total confianza.  No tenía que presentarme a ninguna oficina en la mañana ni ponchar un reloj.  Mi supervisor confiaba en lo que hacía.  Y si lo engañaba, siempre había formas de descubrir el engaño.  Así le pasó, a compañeros que abusaron de la confianza depositada en ellos y perdieron el empleo.

A los que servían en la iglesia de Corinto, Pablo les recuerda que deben hacerlo demostrando que se puede confiar en ellos, pues el servicio que realizaban lo hacían para el Señor.

Nuestras iglesias tienen excelentes servidores.  Personas voluntarias que con devoción y pasión trabajan incansablemente para que la vida de la iglesia sea viva y fructífera…  Es, sencillamente, hermoso.  Como líderes de la iglesia debemos reconocerlos, orar por ellos y cuidarlos con amor.

Si eres servidor en tu comunidad de fe, te felicito.  Continúa sirviendo y evidenciando que se puede confiar siempre en tu persona y en tu desempeño.  Por “pequeño” que aparente ser lo que haces, contribuyes al establecimiento del reino de Dios en la tierra.

Si no eres servidor y tienes una capacidad o talento que beneficiaría a los demás, acércate al liderazgo de tu iglesia.  Estoy seguro que podrás insertarte en la gran tarea de la familia de la fe…  No hay bendición mayor.

Recuerda, la iglesia confía en ti.  Dios te da el privilegio de bendecir a otras personas con lo que haces.  Hazlo con excelencia.  Es para Dios, y Él lo hace todo excelentemente.

 

Oración

Padre amado, gracias porque puedo servir desde el talento que me diste.  Quiero honrarte siempre con lo que hago y bendecir a otros.  Te pido sabiduría para hacer siempre lo correcto.  En Jesús.  Amén.

Autor: Luis Montañez