¡Cuidado!

6 de mayo de 2017

Números 16-17

«Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?». Números 16.3 (RVR1960)

El refrán popular dice: «Éramos mucho y parió la abuela».  Reiteradas instancias de murmuración de parte del pueblo, celo y envidia en corazón de hermanos, informes para disuadir al pueblo en contraposición a la promesa y diálogo de multitud con intención «de apedrearlos», son marcas o evidencias de un pueblo que mal viste de gloria un pasado de opresión y miseria, y se ufana de un pasado «de dura servidumbre» entre «barro y ladrillo».

A la penosa lista de los que se oponen a sí mismo, se suman en resta: Coré, Datán, Abiram y «doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel» para juntarse contra Moisés y Aarón.  El reclamo: «¡Basta ya de vosotros!».  El argumento: «Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová».  El cuestionamiento: «¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?».

Se había concertado un plan y no era de Dios, era en contra de Dios.  Moisés fue asertivo en su respuesta, «se postró sobre su rostro» e invitó a «Coré y a todo su séquito» a someterse al juicio de Dios.  «Mañana mostrará Jehová quién es Suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a Él; al que Él escogiere, Él lo acercará a sí… Y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví».

¡Cuidado con menospreciar lo que Dios ha puesto en tus manos!  «¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a Él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles…?».  Menospreciar la encomienda de Dios por la soberbia que cuestiona la sabiduría divina y se esconde cobardemente detrás de «toda la congregación… ellos son santos», es camino que guía a la muerte.  El reclamo de «¡Basta ya de vosotros!» es en realidad en este contexto «¡Basta ya, Dios!».

El libro de Judas habla sobre este tipo de personas y su despreciable conducta: «Esta gente se queja de todo, y lo critica todo.  Sólo quiere que se cumplan sus deseos egoístas.  Habla con orgullo, y cuando habla bien de los demás, lo hace sólo para aprovecharse de ellos» (Judas 1.16 TLA).

 

Oración

Espíritu de Dios, orienta nuestro caminar por sendas de verdad.  Escudriña nuestros pensamientos y señala todo aquello que no hable de Ti.  Ayúdanos Señor, a hacer de Tu encomienda nuestra responsabilidad en servicio a Tu gloria y Tu pueblo.  En el nombre de Aquel que es Camino, Verdad y Vida; Jesucristo el Señor.  Amén.